jueves, 5 de junio de 2014

Comenzando la jugada Segunda Parte: En compañía

Pues aquí estamos. Decididos a empezar.
¿Tenemos un aliado? -Sí.
Estupendo.
¿Es un amigo?- Bueno...sí... es mi novio/a.
Que no cunda el Panrico.
No quiero decir que tu pareja no deba de ser tu aliado. Es sobre el papel el candidato perfecto: os veis de forma continua o muy frecuente; entendéis las necesidades de cada uno; hay confianza suficiente como para "poner las pilas" al otro; o al contrario; "bajar el pistón" si la cosa la ves demasiado intensa.
Lo cual puede convertirse en un arma de doble filo, claro.


Lo primero; porque al primer tirón vas a protestar; sobre todo si eres el que ha sido arrastrado al oscuro mundo de la cañita brava.
Está demostrado ante notario que si en vez de una pareja es un colega; no le protestas ni la mitad. Es lo mismo que si prestas un vestido a una amiga y te lo mancha: pones tu sonrisa más falsa y dices "No pasa nada".
Pero si en vez de una amiga es tu hermana...



Lo segundo, y lo que es realmente peligroso; es comenzar con tu pareja a practicar SU deporte. Algo que  él o ella le gusta, se le da bien, y practica con frecuencia y por supuestísimo está encantado de enseñarte y de que quieras intentarlo.
Prepárate.
Prepárate porque con su entusiasmo llega también la impaciencia del/la churri para que alcances su nivel y te conviertas en un digno compañero de fatigas y no en un novato pringado.
Creo que debería contemplarse el derecho al divorcio y/o separación  llegados a este punto seriamente.
He visto dramones venezolanos más light.
Por ejemplo; un ejemplo: el mío.
Mi novio me intentó meter al agua a surfear con él; que estoy convencida de que en realidad es un sireno camuflado que se calza unas piernas para vivir entre los mortales de vez en cuando.
En fin. Desde entonces tenemos una orden de alejamiento de la playa de Famara por parte del Gobierno Canario.
Lejos de escarmentar a la vuelta, voy y lo apunto un mes a mi gimnasio.
Decidió que iba a pasar tantas horas en el gimnasio como pasé yo en el agua. Y encima le robaron los pantalones en el vestuario; así que al final perdimos los dos dinero.
Con estos antecedentes,ya escarmentados, hicimos algo que a mí parecer, si empiezas a entrenar con tu pareja, es lo mejor: empezar algo juntos, de cero. O casi de cero. Y ahí le dimos; al esquí primero, y después a la escalada; y motivadísimos que estamos.
Eso sí; previas clases tuteladas. Me repito más que el ajo, pero es 
MUY IMPORTANTE si no has practicado algo nunca
DEJARTE GUIAR por alguien experimentado; si puede ser desde el minuto cero; mejor; así no cogerás vicios.
Es un dinero bien invertido; te lo aseguro.

Lo ideal si has elegido "acoplarte" a la afición de alguien, es que esta persona no lleve más de un año practicándola regularmente. Siempre se aprende a jugar jugando con un jugador mejor; pero claro, si es la bomba, a tí te desmotiva y él se aburre.

Así que si prefieres darle brío saleroso a tu cuerpo serrano en compañía; yo te aconsejo que tengas estas cosas en cuenta. No queremos que la película Apocalypse Now: Destino: Famara; tenga una segunda parte.

Y sobre todo: ¡¡DISFRUTA!! Y aprovechando que eliges entrenar acompañado; ahí te dejo una peazo de frase; de una de mis pelis favoritas:




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